Un goy y un Shajato

En la maleta que le refiere Federico antes de morir, Raúl encuentra una extraña foto de su madre, al lado de otras imágenes, datos y nombres que le son totalmente desconocidos. Lucía y Raúl deciden seguir las pistas de los documentos que tienen en sus manos, como piezas de un rompecabezas en el que de momento nada está claro. Con cierta crueldad, Engracia confirma a Raúl que Eustaquio no era su padre y por lo tanto ella no es su abuela. Mientras tanto se entrelaza una nueva historia: la de Cosmo, un joven noble y trabajador que atiende en un negocio de telas y quien, desesperado por no poder contar con una situación desahogada ante las presiones de su novia, Melina, decide hacer negocios turbios con su primo Emilio tomando mientras tanto el dinero de León, un judío sefaradí que es el dueño de la tienda de telas donde trabaja. Pero las cosas no resultan como él esperaba y, antes de recibir las supuestas ganancias para recuperarle el dinero a su patrón, Cosmo debe enfrentar la vergüenza de ser descubierto. Por otra parte, León enfrenta a su vez cierta discriminación al interior de su propia comunidad, pero su buen humor lo salva mientras intenta conquistar el amor de su vecina Raquel.