De castizo con indio, coyote

Federico, amigo de Eustaquio, está decidido a revelarle a Raúl la verdad sobre su padre, aún en contra de la voluntad de Yolanda, quien se niega a revivir el pasado, y menos ante su hijo. No obstante, antes de morir, Federico le pide en secreto a Raúl que revise una maleta cuyos documentos son muy reveladores. A su vez Lucía, con la ayuda de Raúl, renta un estudio para dedicarse a hacer tatuajes. Mientras tanto, ocurre otra historia en paralelo: Camilo –un chico gay con gran carisma, y jugador estrella de fútbol en el Maracaná–, acepta ir a jugar a una cancha fuera del barrio donde conoce a Manlio, de quien se enamora. En medio de prejuicios de clase que se ponen de manifiesto entre los dos equipos, Manlio enfrenta un conflicto interno en torno a su preferencia sexual.