La relación entre Sandra, la doctora, y Ángel está comenzando a construirse, pero lo hace sobre bases muy sólidas: divorciada con dos hijas, ella; ligón incapaz de comprometerse, él… y un montón de vecinos entrometidos rodeándoles a todas horas… la cosa no puede ir mejor. Otra relación con “muchas” probabilidades, es la de Jorge, el pijo y Eli, la conserje. Una caída en la ducha, obliga a Eli a cuidar de Jorge hasta que se reponga del “terrible” dolor de espalda que sufre. Y para rematar el bonito cuadro de esta semana, otra pareja, ésta de prometidos. Alicia, la peluquera, y Tino, el churrero, tienen que empezar a solucionar detalles de cara a su inminente boda. Tino experimenta un considerable agobio por un “pequeño” problema de última hora en la que acaba de reparar: quizá sería buena idea divorciarse de su anterior mujer antes de volver a comprometerse.