Madrid, 1882: Víctor Ros es un humilde muchacho de apenas 14 años que se gana la vida robando con su pandilla. Pese a su corta edad es una pesadilla para la policía de Madrid, que lucha por detenerle. Cuando lo consigue, el inspector Armando Martínez se da cuenta de que el chaval tiene una inteligencia y un instinto que es merecedor de un futuro mejor. Y le ofrece salir de la calle a cambio de cuidar de su madre y de formarle como policía. Trece años después, tras un complicado destino en Asturias, Víctor vuelve a Madrid, destinado a la recién creada Brigada Metropolitana, donde se reencuentra con don Armando. Preocupado al verle apesadumbrado por no resolver un caso que tiene como víctimas a prostitutas callejeras, Víctor recibe su primera misión: descubrir qué hay detrás de un intento de asesinato en la casa Aranda, hogar de Aurora, la recién casada hija de don Augusto Alvear, hombre de grandes contactos en el gobierno. Aurora, en estado de trance, ha apuñalado a su marido, que ha logrado sobrevivir. Lo que en principio parece un crimen claro, ya que hay testigos, se convierte en un verdadero misterio.