El Tribunal de las Aguas se reúne semanalmente en Valencia desde el año 960, convirtiéndola en una de las instituciones más antiguas de Europa. Esta tradición es parte de un sistema de gestión del agua único en el continente. Junto con la desviación del río Túria tras la cruel riada de 1957, las medidas del tribunal han hecho de Valencia una de las regiones agrícolas más importantes de España. Otras regiones europeas también están estudiando su modelo.