Alberto y Ana llegan a Nueva York seguros de que van a hacer la mejor de las presentaciones para los uniformes de Airsa. Sin embargo las cosas van a complicarse lo suficiente como para que el futuro de las galerías penda de un hilo. Mientras tanto, en Velvet, Emilio está decidido a tomar cartas en el asunto de Blanca y Max aunque tal vez alguien se le adelante. Enrique, por su parte, no puede permitir que Clara difunda su aventura con Patricia, así que no duda en amenazar a la secretaria. Pero ¿conseguirá Clara mantener la boca cerrada? El que ya no puede más es Pedro. Tiene claro lo que siente por Rita y no va a permitir que pase un día más sin que ella lo sepa. Ahora nada va a impedirle que se declare, aunque a veces la vida da sorpresas que lo cambian todo...