Forbidden by authorities, a pilot "accidentally" achieves his dream of flying across the Atlantic.
El 15 de abril de 1964, Ronald Biggs fue sentenciado a 30 años de prisión por su participación en el robo de un tren correo británico, en el que los atracadores se hicieron con un botín de más de 2.500.000 libras esterlinas. En aquel momento, se trató del mayor robo que se había perpetrado nunca, por lo que la noticia acaparó los titulares de todos los periódicos del mundo. Sin embargo, apenas 13 meses después, Ronald Biggs llevó a cabo una audaz fuga y pasó a vivir en la clandestinidad. Su extraordinaria historia incluye cirugía plástica, secuestro y finalmente su retorno a una prisión de Inglaterra. Sin embargo, durante cuatro largos años, nadie supo quién era Ronald Biggs. Parecía haber desaparecido sin dejar rastro.