Leo acepta tomar el caso de Jessica en el que ella reclama la herencia que le dejó su esposo al morir y que la familia de su ex marido reclama como suyo. Principalmente su sobrino Tony, quien la amenazó con un armarle escándalo en la prensa que podría arruinar su carrera. Al salir de la oficina de Leopoldo, Jessica se cruza con Salvador y le cuenta que le agradó mucho Leopoldo, como abogado, pero principalmente como hombre. Y aunque este enamorado de otra persona, va a tratar de conquistarlo. David examina a Alex y nota que no solo no mejora, sino que su estado empeoró bastante. Y él cree que pronto va a morir. Se lo comunica a la familia y les pide que sean fuertes pero que no esperen otra cosa que no sea la muerte.