Valeria le aclara a David que su sufrimiento no tiene que ver con una pena de amor y le esconde que el padre de su hija es Leopoldo. Siguiendo con su papel de loca, Miroslava le monta un escándalo a Leopoldo en un restaurante. Diciéndole que la engaña con Valeria de pensamiento y que no le importa nada de ella. Al regresar a la mansión, Miroslava desconoce el haber armado un escándalo en el restaurante y acusa a Leopoldo con Samuel y Piedad de que su hijo no la quiere y que la maltrató en el restaurante sin motivo aparente.