Leopoldo se ofrece a llevarlas al hospital y así comprobar la gravedad del padre de Valeria y Ana Lucia. Efectivamente, Julio solo sufrió un raspón y está fuera de peligro. Leopoldo se despide y le dice a Valeria que le gustaría verla todos los días. Samuel le ordena a Leopoldo que se quite el disfraz de mayordomo, este se niega y discuten hasta que Piedad y Felipe intervienen para calmar los ánimos. Juan Ignacio espera a Leopoldo para contarle que Valeria es la mujer a la que desgració la vida hace tres años y le pide ayuda para alejarla, no vaya a ser que lo reconozca y pueda hacerle pagar por su crimen. Leopoldo no lo apoya, pues cree que cometió un acto muy bajo contra esa muchacha, que sigue luchando en la vida, trabajando y estudiando. Piedad escucha la conversación.