Migue estuvo toda su vida soñando una casa: primero, jugando a jugos de construcción en su niñez de Rosario. Luego, la dibujó cuando cumplió 16 años y la pegó en el corcho de su habitación. Hoy su sueño está empezando a tener forma.
La rapidez del método Steel Framing más la ansiedad de Migue, hacen que la estructura que va a sostener la casa se arme en tiempo récord. No antes, dedicarle tiempo a lo que primero se necesita: la cancha de básquetbol.
La casa ya tiene techo, la cancha ya está lista; los pisos, las paredes y las griferías compradas. Mientras se aísla la estructura, Migue explota de ansiedad y teme por la prolijidad de los detalles. Todo tiene que estar simétrico y alienado.
Arrancan a colocar los revestimientos, pero el apuro de Migue hace que los trabajadores empiecen a odiarlo bastante. El patrón se escapa un rato de la obra para sumergirse en el maravilloso mundo de los mármoles.
La casa va tomando forma y, aunque todavía no hay camas ni muebles, Migue pasa bastante tiempo en la obra y desea urgente que los obreros se empiecen a ir. Mientras tanto, los vecinos se auto invitan a jugar al básquet con el OB.
Migue cumple años y quiere tener la casa lista. ¿Habrán llegado los arquitectos con lo prometido? Decoración, muebles, detalles de último momento son un combo explosivo para alguien tan ansioso como el Orange Bear.