Este sábado el ex presidente y candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump recibió un impacto de bala que estuvo a punto de acabar con su vida. En ese instante, Trump se levantó, entre cuatro o cinco personas de seguridad, con la oreja y la cara ensangrentada. Se mantuvo en pie, levantó el puño y se pudo leer en sus labios cómo decía a sus seguidores: “Luchad”. Asistimos atónitos a un momento televisado que es histórico. Que es perfecto en la estética aunque terrible desde la desgracia. Analizamos las implicaciones que sin duda va a tener este atentado en la campaña electoral estadounidense con el subdirector de elDiario.es Iñigo Sáenz de Ugarte.