Nuestros datos personales, alojados en los servidores de las empresas de luz, de telefonía, seguros, o en administraciones públicas, como hospitales, la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, son el objeto de deseo de las bandas de ciberdelincuentes. Los ciberdelitos no dejan de crecer y en el último año subieron un 25% respecto del año anterior. El robo de toda esta información se traduce luego en estafas a los particulares a través de mensajes SMS, llamadas telefónicas o correos electrónicos. Hablamos con Carlos del Castillo, periodista especializado en Tecnología en elDiario.es, sobre cómo funcionan estos delitos y las bandas que hay detrás, qué hacen las grandes empresas afectadas cuando son víctimas de estos ataques, y qué podemos hacer nosotros como objetivo final de los ciberdelincuentes.