Cuando escuchamos que alguien está en busca y captura viene a nuestra mente la imagen de alguien que huye, que se disfraza, que se esconde de un grupo de policías que le está siguiendo los pasos. O quizá se nos venga la imagen de un cartel al estilo del viejo oeste o con un retrato robot con la leyenda “Se busca”. Pero la realidad, normalmente, no es tan cinematográfica. La realidad es, muchas veces, más bien burocrática. Hablamos con Alberto Pozas, periodista de elDiario.es especializado en Tribunales, para conocer cómo funcionan este tipo de órdenes judiciales, y con los periodistas Angy Galvín y Javier Fernández, recordamos dos casos de personas en busca y captura donde la intervención policial ha sido muy diferente.