Berlin: Beim ausverkauften Save-Ukraine-Konzert in Berlin der populären ukrainischen Band Poshlaya Molly feiern russische, osteuropäische und ukrainische Jugendliche harmonisch Seite an Seite. Ihre Träume klingen ähnlich: Sie wollen keinen Krieg mehr und träumen von einer wiederaufgebauten Ukraine und einem freien Russland. Aber der Weg dahin scheint noch lang zu sein. Die Reise führt zu der jungen Aktivistin Alla Gutnikova. Alla war Redakteurin bei DOXA, der vielleicht kämpferischsten Zeitung Russlands. Wegen „Anstiftung Minderjähriger zu illegalen Aktivitäten“ wurde Alla zu einem Jahr Hausarrest verurteilt, ihre Wutrede ging viral und berührte tausende junge Russinnen und Russen. Auch in mehreren ehemaligen Bruderstaaten intensiviert sich der Freiheitskampf. So kämpft in Ungarn die Voguing Szene aktiv gegen repressive Gesetze. Und in Kasachstan bricht die Popband Ninety One erfolgreich mit alten Männlichkeitsbildern.
En el concierto Save Ukraine en Berlín, con entradas agotadas, celebrado en Berlín por la popular banda ucraniana Poshlaya Molly, jóvenes rusos, de Europa del Este y ucranianos celebran armoniosamente codo con codo. Sus sueños suenan parecidos: no quieren más guerra y sueñan con una Ucrania reconstruida y una Rusia libre. Pero parece que aún queda mucho camino por recorrer. El viaje nos lleva hasta la joven activista Alla Gutnikova. Alla era redactora en DOXA, quizá el periódico más militante de Rusia. Alla fue condenada a un año de arresto domiciliario por "incitar a menores a participar en actividades ilegales" y su airado discurso se hizo viral, conmoviendo a miles de jóvenes rusos. La lucha por la libertad también se está intensificando en varios antiguos Estados hermanos. En Hungría, por ejemplo, la escena del voguing lucha activamente contra las leyes represivas. Y en Kazajstán, el grupo de pop Ninety One está rompiendo con éxito las viejas imágenes de masculinidad.