Hay un chico en el colegio que tiene atemorizado a Curro y le roba sus balones de fútbol. Aconsejado por Lucía, Diego le propone a su hijo que dialogue con el matón para solucionar su problema, pero tanto Santi como Fiti piensan que esa actitud va a hacer de Curro un blando y convencen a Diego para que busque al problema una solución más masculina.