El ojo del huracán

Valle del Cer, una tranquila población de la sierra alojada entre las montañas y adornada con su propio lago. La vida de sus habitantes trascurre serena, ajena al acontecimiento que en unas horas va a cambiarlo todo para siempre... La tormenta. Un día anormalmente caluroso da paso a un diluvio extraordinario acompañado de un vendaval con aparato eléctrico. Nadie en el pueblo había visto algo como aquello, pero nunca imaginarían hasta qué punto. Tras la tormenta, la calma y con ella, los prodigios: Nacho, el marido de Tania, la dueña del hostal, despierta del coma tras dos años postrado en una cama de hospital; María, la profesora, queda embarazada sin haber tenido nunca relaciones sexuales; Ramón, un anciano con Alzheimer que parece dar síntomas de recuperar su antiguo ser... Lo que se interpreta como una alegría inmensa, casi un milagro, pronto mostrará su cara siniestra. Y es que Nacho y Ramón no parecen ser los mismos de antes, de hecho, no muestran reacciones normales, sentimientos… Cada prodigio viene a complicar además la situación personal del afectado y su entorno. Tania, sola y abatida por la situación de su marido, inició una relación con el hermano de éste, Pablo. María se planteaba una relación con Ribero, guarda forestal del pueblo, al que había confesado su virginidad. Y Abel, nieto de Ramón, regresa al hogar. Un hogar roto tras la trágica muerte de su madre en un accidente. La conmoción que ha dejado tras de sí la tormenta es tan grande como los misterios que la acompañan. Alicia, la jefa de los forestales, es la primera en percibir que algo extraño sucede en el pueblo. Ayudada por Pablo, inicia una problemática investigación para intentar desentrañar que se esconde tras 'El Incidente'.