Todos buscan desesperadamente a Sol, parece habérsela tragado el mar. Gamboa intenta convencerles de que la joven cogió una de las balsas de salvamento y se echó al mar, seguramente llevada por el deseo de volver a pisar suelo firme, en el edificio. Pitiplanea rescatarla siguiendo sus pasos: cogerá una balsa y se dejará llevar por el mar. Está convencido de que las corrientes marítimas llevarán su embarcación hasta el mismo punto al que llegó la de Sol y allí se reencontrarán. Ramiro, sin embargo, sabe que ya no hay nada que puedan hacer. En cuanto encontró en el aula el colgante ensangrentado de Sol, comprendió que la joven estaba muerta. Salomé y Cho Sung descubren a dos nuevos polizones en el barco: Ventura y su nieto Ratón. Han viajado escondidos en la bodega. Ventura confiesa que no tenía otro remedio que arriesgarse ya que sólo le quedan 42 días de vida, los días correspondientes a la insulina que aún tiene en su poder. Haría lo que fuera por su nieto y sabe que embarcarle en el Estrella era una garantía de supervivencia para él. Lo malo es que el pequeño Ratón lo ha oído todo. Gamboa y Estela celebran en el camarote, de madrugada, su primer mes de relación. El capitán se ve en la obligación de llamarles la atención sobre el fuerte volumen de la música, pero Gamboa ve los reproches del capitán como una estupenda ocasión para tomarle el pelo y reacciona subiendo la música y despertando a media tripulación. De la Cuadra decide que la mejor forma de que el capitán recupere su autoridad es organizando un combate de boxeo, ya que en su día fue campeón universitario y seguro que le da una buena paliza al profesor de supervivencia.