El Carnaval de Cuevas del Almanzora, uno de los pueblos más conocidos del Levante almeriense, tiene dos características fundamentales: el "velatorio de Doña Sardina" y las cáscaras de huevos rellenas de papelillos. Este festejo, del cual se tienen indicios de su existencia a finales del siglo XVIII, es el único de la provincia que nunca se ha suspendido, a pesar de los años de la Guerra Civil y la prohibición expresa durante la dictadura posterior. Una destacada representación carnavalesca local actúa en la plaza: la Agrupación musical local así como diversas murgas que interpretan juntas "El parao que va a afeitar", "La Moncloa renovada" y "Salam Malicum".