Después del beso entre Lucía y Javi, ella le deja las cosas claras y le dice que sólo pueden ser amigos. Sonia le pide pastillas a Juan para sentirse mejor y se las toma, lo que le provoca confundir a un desconocido con Álvaro. Sonia está desesperada porque la fiesta se ha desbordado y todo el mundo está muy borracho, sobre todo Paco, que pierde el conocimiento. A Edu le intentan atracar, y resulta que el ladrón es Sebas, el amigo con el que escapó del centro. Cristina ya no sabe cómo ayudar a Jaime a salir de la cárcel, y éste, que fingió un ataque de pánico para evitar el juicio, se encuentra cada vez peor por el medicamento que está obligado a tomar.