Roxi depende de Kerly, la chica que cuida a Clarita y la ayuda en las tareas de su casa, para todo. Trabajar, depilarse, ir al dentista, hablar por teléfono: nada sería posible sin su coequiper, que además ama a Clarita. Por eso, cuando Kerly falta la vida de Roxi colapsa por completo. La filosofía del “menos”, la confianza y el eje que estaba pretendiendo conseguir se vienen abajo al pasar un día de trabajo con Clarita encima. Mientras tanto, Pablo insiste con ir al karaoke.