Embalsaman el cadáver de Eva, pero no lo entierran, lo que permite al ejército llevárselo en 1955.
Mariano sigue investigando tras haber sido agredido. Moori reclutar a soldados para un plan perverso.
Mariano se reúne con Koenig para una intensa entrevista. El coronel busca al traidor.
Pese a los problemas matrimoniales derivados del caso, Mariano sigue y descubre una gran tragedia.
El contacto de Koenig organiza una reunión entre éste y Mariano. El proteccionista recuerda a Eva.
Mariano y Koenig se reúnen para una intensa entrevista. El coronel revela los demonios que lo acompañan.
Mariano descubre al fin el paradero del cuerpo de Evita y termina así con la odisea.