La boda entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores se celebró el 29 de marzo del año 1996. Estuvo marcada por una traición familiar. La hija de Rocío Jurado cuenta también el nacimiento de Rocío Flores el 13 de octubre de ese mismo año. En junio de 1998 se mudaron a Madrid y un mes después anunciaron su segundo embarazo. El segundo episodio finaliza en agosto de 1998, cuando Rocío Carrasco descubrió que su marido le había sido infiel.
El tercer capítulo arranca en verano de 1998. Rociíto narrará uno de los episodios más terribles de su vida, el día que Antonio David Flores le agredió en una ventana. Poco después tuvo que ser hospitalizada por problemas en el embarazo. En diciembre de 1998 nació David y en julio de 1999 la hija de Rocío Jurado le dijo a Antonio David Flores que quería separarse.
En el cuarto episodio, Rocío Carrasco nos narra cómo fue su divorcio de Antonio David Flores: "Pasó de infundir miedo a infundir terror", aseguraba. Y es que empezó a recibir llamadas "muy extrañas" tanto de gente que conocía como de gente que no, hasta que la situación se convirtió en "terrorífica". De hecho, narra que su exmarido contrató a Rodríguez Menéndez como abogado: "Lo usó para llevar a cabo lo que él quería, la finalidad de esta persona era dejarme sola y aislarme".
En este capítulo, la hija de Rocío Jurado aborda el periodo comprendido entre febrero de 2000 y enero de 2001. Durante esta etapa, se suceden varios acontecimientos importantes en la vida de Rocío Carrasco: el dramático accidente de coche con Fidel Albiac; la mala acogida de su familia a Fidel y el distanciamiento con su padre, Pedro Carrasco; la alianza entre Antonio David Flores y el abogado Emilio Rodríguez Menéndez, editor de la revista "Dígame"; la polémica entrevista de Rocío Jurado con Mirtha Legrand en Argentina, en la que admite los malos tratos recibidos por su hija; y la primera sentencia de divorcio, en 2001.
Rocío Carrasco ofrece su testimonio sobre importantes acontecimientos de su vida que tuvieron lugar entre enero de 2001 y junio de 2003: la muerte de su padre; la consecución de la nulidad de su matrimonio con quien fue su marido hasta 2001; la obtención de la custodia de sus hijos, Rocío y David, y la relación que mantenía con ellos; o las acusaciones vertidas contra su actual pareja, Fidel Albiac, entre otros.
En esta nueva entrega de la docuserie, Rocío Carrasco sigue abordando momentos clave de su vida transcurridos entre junio de 2003 y junio de 2006. La rueda de prensa en la que se comunicó públicamente la enfermedad de su madre, los diferentes viajes a Houston para seguir su tratamiento o la celebración de la gala especial ‘Rocío… Siempre’ centrarán la atención. También repasa acontecimientos importantes en torno a la relación con sus hijos o su hermana Gloria Camila Ortega.
Rocío aborda uno de los temas más delicados, el polémico y violento momento de la agresión que sufrió a manos de su hija Rocío Flores. Además, también trata situaciones que tuvieron lugar entre junio de 2006 y julio de 2012. Entre ellos, destacan la apertura del testamento tras el fallecimiento de Rocío Jurado; el grave accidente de tráfico de José Ortega Cano que provocó el fallecimiento de un conductor y por el que el diestro fue condenado y la participación de su tía, Rosa Benito, y de su exmarido, Antonio David Flores, en diferentes realities.
En este episodio Rocío Carrasco afronta hechos que tuvieron lugar entre 2013 y diciembre de 2016. El estreno del programa de televisión "Hable con ellas", en el que ejerció como presentadora, su boda con Fidel Albiac, o la mayoría de edad de sus hijos, Rocío y David, cuya consecuencia final fue dejar de ver a éste último.
El testimonio de Rocío Carrasco llega hasta agosto de 2019, momento en que se produce un hecho clave que cambia por completo el rumbo de su vida, y que sirve de origen a este documental. El episodio aborda el resto de acontecimientos que han tenido lugar hasta el pasado mes de julio de 2020. Además, Rocío pronuncia, por primera vez, el nombre del causante de su infierno, y pone el foco en el teatro que, para ella, realizó su hija hizo en su paso por 'Supervivientes', siempre bajo la batuta de su padre. ¿Fueron sinceros los mensajes que mandó? En este último capítulo, la hija de Rocío Jurado manda un mensaje de apoyo a todas las mujeres que hayan podido sentirse identificadas, y les da un consejo: no callarse, hablar y contar todo lo que están viviendo. Rocío también se emocionará al recordar a toda la gente que le ha apoyado durante su infierno. A pesar de lo que algunos han intentado hacernos creer, nunca ha estado sola.