El acoso que sufrió durante sus años de colegio e instituto y la falta de apoyo que encontró en casa le obligaron a marcharse de su pueblo. Ahora, vuelve a Càlig para poder expresar abiertamente su condición de no binario, aunque se arriesgue a dañar aún más la relación con sus padres. Alberga la esperanza de que las Reinas al rescate le ayuden a reconciliarse con su pasado y con el lugar donde se crio. Le acompañarán en el escenario su padre Lorenzo y Salva, el primer gay visible del pueblo.