Águila Roja tiene que luchar sin su katana, después de que un rayo impactara en ella. Sátur decide llevarla a un forjador para que la arregle sin decírselo a su amo. La identidad del héroe podría quedar al descubierto. Mientras tanto, la Marquesa ha encontrado otra ama de llaves: Soledad. La nueva gobernanta del Palacio de Santillana nada tiene que ver con su predecesora Catalina, que murió en el capítulo anterior de forma inesperada. Soledad es estricta y no permitirá ningún tipo de réplica por parte del resto de servicio al que trata con absoluta distancia.