Águila Roja y Sátur buscan con desesperación a sus hijos, Alonso y Gabi, que han sido detenidos por intentar salvar a las mujeres raptadas para ser enviadas a las Américas. Unos restos encontrados en el bosque indican que los niños están muertos. Roto por el dolor, Gonzalo decide abandonar la villa dejando a Margarita desconsolada. Por su parte, el rey se reúne con el Cardenal Mendoza para contarle que le han llegado rumores de que su esposa le es infiel. Deben acallarlos inmediatamente urdiendo un plan para acabar con la vida del conde de Uceda, supuesto amante de la reina. La soberana buscará una aliada inusual para librarse de las sospechas de infidelidad: la marquesa de Santillana. Lucrecia podría verse seriamente perjudicada si se ve obligada a participar en el pérfido plan de la reina.