Juan es conducido a una cárcel militar donde será ejecutado por la muerte de su esposa. Nadie duda de la culpabilidad del médico, pero Catalina y Margarita descubren algo en palacio que hará que Gonzalo se plantee la posibilidad de que Juan no sea responsable del asesinato. El pirata Richard Blake, marido de Mariana, regresa a la villa. Su objetivo es matar al Cardenal, pero falla en su primer intento. Mendoza le pide al Comisario que lo proteja, pero éste tiene asuntos más importantes que atender: Nuño ha desparecido dejando una nota. Gonzalo se siente muy culpable por no haber protegido a Mariana de los hombres del Comisario. El héroe se venga matado a todos los soldados responsables de la violación de la pirata. Pero eso no es bastante para él y planea alejarse con Mariana de todo aquello.