Sátur conoce por casualidad al Duque de Alba. El Grande de España (Álvaro de Luna) es salvado del ataque de unos bandoleros por el escudero de Águila Roja. Cautivado por la personalidad de Sátur, el aristócrata le ofrece un puesto de relevancia si accede a trabajar para él. Sátur, que pasa por un pésimo momento vital, debe decidir si sigue siendo un simple criado o intenta prosperar en la vida. El Cardenal Mendoza y el Comisario funden el oro robado al rey y lo convierten en vasijas recubiertas de arcilla para esconderlo. Una vez finalizado el trabajo, asesinan en el bosque a los hombres encargados de realizarlo. Águila Roja encuentra los cadáveres y comienza a investigar. En palacio, Nuño conoce a Jimena, una bella huérfana acogida en la corte real, y se enamora de ella. La Marquesa advierte a su hijo de que el Rey ha dispuesto que la joven sea monja. Pero Nuño ignora los consejos de su madre y trata de huir con la joven para evitar que ingrese en un convento.