Ernesto, el marido de Lola, y su amante son víctimas de un atraco y ella resulta mortalmente herida. Ernesto huye y los testigos le señalan como culpable. Cuando Carlos y Lola llegan al lugar de los hechos, Carlos le cuenta a Lola quién era la chica. Nerea sigue siendo observada por Salvador, el presunto autor de los últimos asesinatos.