En una nueva persecución, Chema es herido de un disparo e Hilario busca refugio en una fábrica abandonada. Allí secuestran una ambulancia del SUR en la que prestan servicio Susana y Pedro. Ambos son obligados a ocuparse de Chema a punta de pistola pero en un descuido de los delincuentes, Pedro consigue hacer una llamada que alerta a los patrulleros de la situación de los fugados.