La muerte de Lady Di supone una crisis reputacional y económica para los paparazzi. En un momento en el que la venta de una fotografía parecía imposible, hay temas que siguen generando ventas e interés entre la sociedad española, como nuestra monarquía, su interés siempre pervive. En la década de los dos mil, surgen nuevos paradigmas, por un lado, la mayor facilidad en aparecer en televisión y convertirse en famoso, por otro, las redes sociales hacen que los personajes públicos puedan ser los propios dueños de la información que quieren compartir. Además, las celebrities consiguen dar un paso más allá en la protección de su intimidad, gracias a cambios legislativos que limitan la actividad de los paparazzi y los medios de comunicación. Conocemos los casos más sonados de los últimos tiempos con protagonistas como Tamara Falcó, Ana Obregón o Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca. A pesar de todo, el paparazzo sigue llegando a donde otros no pueden.