At Brooke and Lex's vow-renewal ceremony, Jill struggles with telling Brooke that her idol and wedding officiator, Joy Green, is actually a monster.
En la renovación del matrimonio de Brooke y Lex, Jill lucha contra la idea de confesarle a Brooke que su ídolo, Joy Green es en realidad un monstruo. La fiesta, que, por supuesto, ha sido planeada por todo lo alto y sin escatimar en gastos, resulta ser algo irónica: momentos después de que Brooke y Lex renueven su matrimonio, la policía irrumpe en la sala y detiene a uno de los invitados. El detenido resultar ser un famoso hombre de negocios en el que todos los invitados, excepto Jill y Andy, habían confiado para invertir. En unos instantes, las cosas dan un giro y, ante la alarma y desesperación de todos, Jill y Andy pasan a ser los más ricos de todos los presentes, pues los demás están arruinados al haber invertido con un corrupto.
Brooke und Lex erneuern ihr Eheversprechen. Jill tut sich schwer, Brooke zu verraten, dass ihr Vorbild Joy Green (Molly Ringwald), die die Zeremonie durchführt, eigentlich ein furchtbarer Mensch ist.