Emilio y Belén necesitan dinero inmediatamente para pagar al abogado y reparten las invitaciones de boda entre los vecinos incluyendo una lista de bodas falsa con regalos carísimos. El problema es que los habitantes de Desengaño, 21 están sin dinero: los Cuesta tienen que pagar la reforma, Mauri y Fernando a hacienda, Bea y Ana quieren ahorrar para buscarse un sitio donde vivir y las señoras solamente tienen su pensión. Mientras tanto, Vicenta sigue sin aparecer y los Cuesta ya están muy preocupados. Para colmo, Rafael se venga de ellos por haberle denunciado por la emisora pirata y los echa de su casa.