En casa de Mamen van a grabar un anuncio, pero a última hora, los de la agencia cambian de idea y deciden que la cocina de los Cuesta es menos artificial y que lo van a grabar allí. Los Cuesta están encantados, porque así consiguen algo de dinero ya que Natalia en Tenerife los ha dejado en números rojos y hasta el día treinta no pueden disponer de dinero alguno. De hecho, su situación es límite y ya les han cortado el agua, pero ellos se niegan a pedir dinero prestado a los vecinos. Por otra parte, Bea, Mauri y Fernando no saben cómo decirle a Ana que el padre de su hijo va a ser Mariano. Mientras tanto, Emilio continúa su relación con Raúl-Raquel, aunque con muchas dudas. Mamen le invita a cenar a su casa e Higinio está encantado con la idea de deshacerse de su cuñado. Belén se percata del interés que despierta Rafael en su madre y está encantada con la idea. Rafael le confiesa a su mayordomo que a pesar de todo el dinero que tiene, se siente sólo.