En la comunidad de vecinos reina el caos. Por una parte, Emilio se traslada a vivir con Belén sin la aprobación de Alicia y mucho menos la de Concha, aunque sí la de Mariano que se queda con la portería para él solo. Andrés está en busca y captura por fraude fiscal e Isabel, para mantener a la familia, pone un próspero centro de yoga en su piso y da clases a varios alumnos. Marisa, Vicenta y Concha no lo aprueban y acuden al presidente de la comunidad para poner una queja. La familia de Juan Cuesta está sumida en la anarquía doméstica. Menos mal que Nieves, la hermana de Juan Cuesta, llega al hogar para organizar la vida de todos, incluida la de la comunidad, ya que ella, al igual que su hermano, también es la presidenta de su bloque. Pero esta comunidad es distinta a todas y Nieves lo comprobará pronto cuando se encuentre con que aparte del Centro de Yoga de Isabel, Marisa y el resto han montado un bingo. Para colmo, Mariano también se apunta y pone un bar con terraza en la portería.