Tras la invasión rusa de Ucrania, la seguridad y la defensa han vuelto a ser temas prioritarios para los países europeos. Casi todos los Estados se han puesto manos a la obra y han empezado a invertir y a mejorar sus capacidades militares. Si los Estados quieren más y mejores armamentos, tendrán que invertir en su industria, o bien comprarlos al exterior.