Carmela, la madre de Ernesto, vuelve enfadada de sus vacaciones porque ha terminado harta de sus últimos ligues. Pronto recuperará la ilusión por el amor cuando conozca a Curro, el padre de Mariano. Curro es matarife jubilado y está pasando unos días en casa de los Sánchez. Tras un flechazo inmediato, Carmela y Curro inician una apasionada relación a escondidas de sus hijos. Pero Carmela comienza a cansarse de la situación y se plantea la posibilidad de dejar la relación o hacerla pública. Rafa se da cuenta de que si provoca pena, Laura está más pendiente de él. Perdiendo absolutamente la dignidad, a Rafa no le importará mostrarse triste y deprimido, llorar o ponerse a cantar una canción de amor en mitad de una clase. Laura en el fondo se siente halagada por tanta sensibilidad y le ofrecer la posibilidad de volver a ser su profesora de inglés particular e incluso decide salir con él una noche para intentar que se divierta. Al final del capítulo aparecerá el dúo musical Los Pecos para cantar solidarizándose con el dolor de Rafa. Se celebra una fiesta en casa de los Sandoval en la que el invitado especial es Roberto, un afamado diseñador de moda. Durante la reunión, Claudia y Loli se besan en la boca de forma accidental y el modisto descubre en esta escena una fuente de inspiración. Después de verse comprometidas a repetir el beso, pero esta vez de forma más apasionada, Loli y Claudia son invitadas a vestirse de novias en el próximo desfile de Roberto, donde deberían besarse otra vez. Ambas quieren participar en el evento pero temen que la otra sea realmente lesbiana.