El sueño de los hermanos Guerrero es traer de regreso a su madre a los Estados Unidos. El Patas, el mayor de los cinco hermanos, trabaja en un puesto de comida para costear el abogado de inmigración.
Lili, Julián, y Marisol no viven con Panchita, su tutora y le mienten a Erika, la trabajadora social para ocultar que los cuidan sus hermanos mayores, indocumentados.
El entrenador se la juega por Marisol, la expone ante los ojos de los accionistas del club de fútbol femenino, para que gane una beca y forme parte del equipo.
José María encuentra la oficina de su abogado vacía y se da cuenta que el hombre le robó 2 mil dólares, como a muchos inmigrantes.
Irma, desesperada, está dispuesta a romper la ley para reunirse nuevamente con sus hijos, en Estados Unidos.