Esta es una historia difícil, no solo por las características del crimen, sino porque es necesario contextualizar la atmósfera de riesgo y marginalidad en la que viven ciertas familias. Para muchos que no tienen carencias básicas, podrá parecerles que esta temática es como una bofetada al alma. Pero, ciertamente, de nada vale nuestro crecimiento sino somos capaces de mirar al otro con verdadero sentido social. Porque, queramos o no, estas personas son también chilenos.