La UNIC recibe una llamada enigmática: una mujer morirá esa noche en un cruce de calles. Al llegar, solo encuentran el cuerpo y una pieza de ajedrez en su mano. El asesino, siempre un paso adelante, deja pistas crípticas tras cada crimen, convirtiendo a las víctimas en piezas sacrificadas. Con cada movimiento, manipula a los detectives en su macabro juego. Un misterioso ajedrecista parece estar en el centro de todo, pero cuando el capitán Eligio recibe una llamada del asesino, las reglas cambian y el juego apenas comienza.