Unos la odian y otros la aman, el agua y la lluvia son el mayor elemento desestabilizador de un Gran Premio de MotoGP. La adherencia de la pista y laconfiguración de la moto cambian radicalmente para poder ir a toda velocidad sobre el líquido elemento. Algunos han hecho del pilotaje sobre mojado, un arte, para otros, es su peor pesadilla.