Los problemas económicos de la comunidad se suceden. El conserje y el jardinero seguirán en huelga por no cobrar y los vecinos tendrán que hacer frente a la factura del trabajo realizado por una cuadrilla de albañiles que repararán los desperfectos provocados por el fontanero loco.
La necesidad económica será acuciante y un intento de derrama acabará en fracaso absoluto. Aprovechando que Goya y Vicente se irán de crucero, a Antonio se le ocurrirá la idea de captar a unos turistas en al aeropuerto y hacer pasar el edificio de la comunidad por un hotel de lujo. El piso de Goya y Vicente será la suite Imperator.
Por otro lado, Maite, harta de la presencia de Amador en casa, le pedirá el divorcio. Asesorado por Javi y Lola, el hombre decidirá cambiar de táctica y se mostrará sensible, cariñoso, comprensivo y romántico. El problema es que aparecerá Suso, el ex novio traumatizado de Maite, al que dejó por quedarse calvo. Le ha ido muy bien en la vida y se convertirá en una alternativa sentimental para Maite, sobre todo después de haberse injertado pelo.
A Amador le resultará complicado mostrar su nueva actitud, sobre todo cuando Sergio se una a la fiesta con un renovado interés por su hijo biológico. Esta conducta estará inducida por la preparación de un papel de cine que le han ofrecido, en el que su personaje se enfrentará a una situación casi idéntica a la de su vida real. Como consecuencia, Maite, a punto de dar a luz, pasará de no tener a nadie a encontrarse con tres hombres a su servicio.
Por último, Goya tendrá una discusión con Berta sobre su poder adquisitivo y se inventará que se va de crucero con Vicente por las islas griegas. Su plan será encerrarse en casa con provisiones y una lámpara de rayos Uva durante la semana que se supone durará el crucero. Pero en sus previsiones no cuentan con que los vecinos les metan a dos turistas en casa, por lo que tendrán que esconderse en el armario.
Los problemas económicos de la comunidad se suceden. El conserje y el jardinero seguirán en huelga por no cobrar y los vecinos tendrán que hacer frente a la factura del trabajo realizado por una cuadrilla de albañiles que repararán los desperfectos provocados por el fontanero loco.
La necesidad económica será acuciante y un intento de derrama acabará en fracaso absoluto. Aprovechando que Goya y Vicente se irán de crucero, a Antonio se le ocurrirá la idea de captar a unos turistas en al aeropuerto y hacer pasar el edificio de la comunidad por un hotel de lujo. El piso de Goya y Vicente será la suite Imperator.
Por otro lado, Maite, harta de la presencia de Amador en casa, le pedirá el divorcio. Asesorado por Javi y Lola, el hombre decidirá cambiar de táctica y se mostrará sensible, cariñoso, comprensivo y romántico. El problema es que aparecerá Suso, el ex novio traumatizado de Maite, al que dejó por quedarse calvo. Le ha ido muy bien en la vida y se convertirá en una alternativa sentimental para Maite, sobre todo después de haberse injertado pelo.
A Amador le resultará complicado mostrar su nueva actitud, sobre todo cuando Sergio se una a la fiesta con un renovado interés por su hijo biológico. Esta conducta estará inducida por la preparación de un papel de cine que le han ofrecido, en el que su personaje se enfrentará a una situación casi idéntica a la de su vida real. Como consecuencia, Maite, a punto de dar a luz, pasará de no tener a nadie a encontrarse con tres hombres a su servicio.
Por último, Goya tendrá una discusión con Berta sobre su poder adquisitivo y se inventará que se va de crucero con Vicente por las islas griegas. Su plan será encerrarse en casa con provisiones y una lámpara de rayos Uva durante la semana que se supone durará el crucero. Pero en sus previsiones no cuentan con que los vecinos les metan a dos turistas en casa, por lo que tendrán que esconderse en el armario.