En el primer programa Eva viaja a Artajona, un municipio situado en el centro de Navarra, donde descubre que el cierzo les tiene a todos muy movidos. Nada más llegar, descubre los diversos personajes que habitan en esta localidad. Se topa en una representación medieval con Fernando, un director teatral con vocación de millonario. También conoce en un bar al doble de Quevedo más loco de España, Kimari, y paseando oirá el bando municipal y sigue la voz hasta encontrar a Daniel. En el campo del Club Atlético Artajonés conoce a los cuidadores del césped, Pololo y Chispas, dos genios con visiones muy distintas sobre cómo hacer las cosas. Eva también conocerá a Marcos, que es mecánico, pero podría ser Joaquín Sabina, y al Pochero, que canta jotas con tanta potencia que se podrían oír en toda la comarca. Por la noche, Eva no podrá dormir por culpa de las campanas hasta que conozca a Benito, que le descubrirá su pasión por bandearlas.
Eva Hache se dirige hacia Teruel para descubrir los secretos de Calaceite, una población de la comarca del Matarraña declarada conjunto histórico-artístico.
Eva Hache conduce su coche naranja hacia Chulilla, un pueblo de Valencia a 60 kilómetros de la playa y con un paisaje esculpido por la erosión del río Turia, cuyas paredes monumentales son foco de atracción de escaladores de todo el mundo. Eva coincide con paisanos divertidos y simpáticos como Gerardo y su moto de último modelo, o con Pablo y Conchi, un yerno y su suegra que se llevan a las mil maravillas a pesar de tener el árbol genealógico más enmarañado de toda España. También se topa con María y María Dolores, que le hablan de sus años de juventud y de cuando bailaban jotas. Además, con Herminia, una hincha del Valencia, intenta desembrollar el tema futbolístico por excelencia: el fuera de juego. Chulilla es tierra de escaladores, así que también Eva Hache se viene arriba trepando por las paredes del pueblo con Pedro, un campeón local y con Sofía, una argentina que llegó a Chulilla y que se ha quedado a vivir allí para siempre.
Añora esconde un secreto y ‘La Paisana’ pone rumbo hacia esta población del Valle de los Pedroches, al norte de Córdoba, para descubrirlo. Allí, Eva Hache conoce a las Catis y cree que el gran secreto de Añora es la fiesta de las Cruces y cómo cada grupo las decora. Sin embargo, Añora guarda muchos más secretos y todos los paisanos los comparten con Eva.
Eva Hache se dirige a la Rioja alavesa para descubrir Elciego. Allí conocerá a un jubilado que inventa máquinas y visitará una bodega del pueblo. Una aventura entre vinos que culminará con una cena en la que Eva podrá disfrutar de las mejores vistas de toda la Rioja.
En esta ocasión, Eva Hache se desplaza hasta el municipio de Alfoz de Lloredo, en Cantabria, un bello pueblo a orillas del mar.
Eva se desplaza hasta Burgos, al norte de Castilla León para visitar Oña y sus paisanos. Allí descubrirá un pueblo que es cuna de la historia de Castilla pero que también es un auténtico nido de amor. Amor por el pueblo y sus tradiciones como el que tienen Víctor y Rubén.
Al norte de la comunidad de Madrid está Rascafría, un bonito pueblo que cuenta con un agua milagrosa: el agua del valle del Lozoya. Eva lo descubrirá nada más llegar gracias a Juan Antonio, un pintor amante del óleo que está probando de pintar con acrílico. En Rascafría Eva también conocerá a Rafita
Esta semana, acompañaremos a Eva Hache hasta un pequeño pueblo de la provincia de Cádiz: Zahara de la Sierra. Un lugar donde descubriremos el valor de sobreponerse a las desdichas de la vida con buen humor.