La central nuclear de Lemoiz fue una central nuclear que no llegó a ser puesta en funcionamiento debido a la moratoria nuclear aprobada por el gobierno socialista de Felipe González en el año 1984. Cuando las obras finalizaron y se disponía a su puesta en funcionamiento, fue paralizada y posteriormente desmantelada, costando ese proceso un total de 6.000 millones de euros. Desde el surgimiento de los proyectos nucleares se formaron grupos en la comunidad autónoma vasca que lucharon por su paralización sin gran éxito. Ante esta situación hace aparición la banda terrorista ETA que durante los años 70 y 80 realizó una oleada de atentados.