Carolina no quiere estar obligada al lado de Carlos. Pero entiende al pequeño Andrés, que quiere estar con su papá. Ahora la situación se hace insostenible y escapar se vuelve la única manera de liberarse.
Luca aún se sumerge en su extraña forma de recuperar el amor de Rosalía, mientras que Juan Luis cada vez se gana más el cariño de las mujeres de la casa donde Celeste lo acog