Having to deal with the aftermath of his company's crisis, Walter looks back at the loyalty towards the family who owns it and the media's perception of him. Paul probes Walter's deeply rooted sense of guilt.
Walter on saanut potkut ja joutunut toimittajien hampaisiin. Paul yrittää saada hänet käsittelemään syyllisyydentunnettaan.
Walter a perdu sa place de directeur, après le scandale qui a éclaboussé sa société. Il prend beaucoup de somnifères.
Walter se enfrenta a sus sentimientos del deber y de la pérdida mientras que vive una situación profesional que podría calificarse como la "tormenta perfecta". El paciente llega a una conclusión acerca de lo que le ha sucedido y cómo podría haberlo gestionado mejor.