El chef Pepe Solla es una de esas personas con las que gusta estar, escucharle, aprender de él, cocinar con él o lo que se tercie. Porque además tiene la capacidad y el talento para encontrar, entre lo bueno, lo mejor para su cocina y a partir de ahí empezar a generar universos simbióticos que se basan en la confianza, en ayudarse unos a otros, en no conformarse, en evolucionar, en trabajar para crecer junto a sus aliados y también en intentar construir una sociedad y un mundo mejores.