Hace unos días, el Tribunal Penal Internacional emitió una orden histórica: la de arresto contra Vladímir Putin por el traslado forzoso de miles de niños ucranios a Rusia. Aunque el presidente ruso no irá a la cárcel mientras esté en el poder, eso puede cambiar. De momento Putin no puede pisar 123 países. Y ya no hay vuelta atrás: llevará para siempre la marca de haber sido acusado de crimen de guerra.