Los meteoritos permiten a los científicos abrir cada vez más puertas del cosmos. Pero también, pueden explicar la geopolítica dependiendo de dónde caigan. La historia de hoy va de eso, de la cadena, del hilo que atraviesa decenas de países desde que una persona sale al desierto a buscar rocas espaciales en condiciones extremas hasta que alguna de ellas se vende por cientos de miles de euros en una casa de subastas de lujo en la otra parte del mundo. Las regiones desérticas como la Antártida [https://elpais.com/ciencia/2023-03-09/instrucciones-para-encontrar-un-meteorito.html] o el Sáhara han centrando las búsquedas en las últimas décadas. En los campamentos de refugiados de personas saharauis en Tinduf (Argelia) son muchos los que se dedican a ello.