Los jóvenes se animan cada vez más a visitar a estos especialistas, aunque algunos ni siquiera lo hacen por un problema médico real, sino angustiados por falsas creencias y expectativas. En realidad, es una cuestión de falta de información y educación sexual en la que el porno juega un papel importante. Jessica Mouzo, periodista de Sanidad de EL PAÍS, habla con expertos para aclarar cuándo hay que ir a un urólogo y cuándo el problema puede ayudar a arreglarlo un psicólogo o una buena información sexual.